sábado, diciembre 11, 2004

The Smashing Pumpkins :: Adore (Virgin, 1998)

The Smashing Pumpkins :: Adore :: Virgin :: 1998


Tributo al amor y a la muerte


Cómo dijo hace mucho tiempo el líder de la banda, el egocéntrico Billy Corgan, "Pienso que nuestro sonido es mítico, es inmenso, como las montañas, los valles y el Sol. Si, creo que es como la Mitología". Y en parte no le falta razón si echamos la vista hacia atrás y encontramos el gran Mellon Collie And The Infinite Sadness (1995), un extraordinario album que tiene el orgullo de ser uno de los doble cd más vendidos de la historia. ¿Quién no recuerda Tonight, Tonight? ¿Bullet With Butterfly Wings? ¿Zero? Tras este exitoso disco y numerosos problemas internos (el batería Jimmy Chamberlin fue expulsado por su adicción a las drogas), el grupo volvió con un disco que poco o nada tenía que ver con lo que habían hecho hasta entonces.

En Adore, podemos escuchar a unos Pumpkins desnudos, huérfanos de guitarras o tremendos riffs, más románticos y oscuros que nunca, frágiles y poéticos... un cambio radical que supuso duras críticas de los medios y de sus propios fans. Pero analizando una a una las canciones que forman esta antología poética es dificil desengancharse del mísmo y nos hunde en cada pista más y más como un temible vórtice para acabar como los propios Pumpkins: desnudos, frágiles y románticos.

Las mejores canciones sin duda son Ava Adore, donde discernimos una extraña mezcla entre amor y rabia contenida. En Perfect Corgan nos devuelve algo de alegría mientras que Once Upon A Time es pura melancolía. A destacar también Pug, quizá la que más se acerca al sonido Pumpkins perdido en este disco. Behold! The Nightmare es una oda a la muerte y a la desesperación pero también al reencuentro y al amor y Blank Page es una de mis favoritas con un piano que nos hace derramar lágrimas, la voz de Corgan se vuelve más íntima, más sincera y más adulta. La última canción destaca por durar 17 segundos, 17 segundos (como dice la canción) es todo lo que realmente necesitas.

En definitiva, un disco enorme, de lo mejor de los Pumpkins, muy recomendable pero también algo melancólico pero no por ello debe ser criticado injustamente. Adore es el dísco más débil de la banda, pero no débil musicalmente sino de espíritu y nos hace pensar que no somos perfectos, que somos vulnerables a muchas cosas... en 2000 vendría Machina, The Machines Of God que sería la vuelta de Smashing Pumpkins a su sonido, quizá mucho más comercial que cualquiera de sus discos anteriores, pero eso es otra historia.