Ascendencia británica desde ToledoMe encontraba removiendo entre los cajones llenos y llenos de discos en oferta. Mientras que con la mano izquierda sujetaba los compactos que tenia pensado comprar, la otra se encargaba de pasar a una velocidad pasmosa todo el contenido de aquel mostrador. Me paré en seco en una cajita que tenía como portada un sencillo edificio cubierto de nieve bajo un fondo invernal y cielo claro (me chívan que se trata de Argelia en 1974).
The Sunday Drivers se hacen llamar. Espera, ¡
The Sunday Drivers! aquellos de los que se dice que de haber nacido en alguna otra ciudad, deberían haberlo hecho en Londres y sus radios ser partícipes de su elegante y personal sonido. Publicaciones tan importantes como Rocksound alaban sus buenas maneras y algunos medios en internet empiezan a interesarse en todo lo que respecta al grupo.
The Sunday Drivers no son la típica banda británica de pop/rock de buenas canciones, son de Toledo, cantan en inglés, han teloneado a grandes como
Wilco y la música los ha unido para un mismo fin: convertirse en un claro referente dentro del panorama pop en nuestro país, y lo han conseguido. Por si fuera poco, esta primavera de 2005 editan su último álbum en Francia, Holanda, Bélgica y Suiza. Casi nada. La formación se compone de
Jero Romero (voz, guitarra acústica),
Fausto Pérez (guitarra),
Miguel De Lucas (bajo),
Carlos Pinto (batería) y
Julián Maeso (hammond, sintetizadores) Nombres, y hombres, que a estas alturas son mucho más conocidos, envidiados y meritorios desde la gesta de su primer álbum homónimo hasta llegar a su último largo,
Little Heart Attacks. Para
Yorkester, mejor disco nacional del pasado año 2004.
Con
The Sunday Drivers, el grupo nos recuerda nuestra juventud, por la manera de pensar tan desorbitada que teníamos sobre la vida, en apenas treinta y siete minutos. No se cómo pero al escuchar cualquiera de sus once cortes es como vivir una etapa de cuando teníamos algunos años menos.
Time, Time, Time es un buen ejemplo de ello. Emotiva, positiva, fresca, enorme. Cualquier calificativo se queda corto. La fuerza de la batería, los sencillos acordes de guitarra y los arreglos destacan enormemente: "
Today is the day / I´ve got something in my heart to say / tonight is maybe the night but i need time, time, time..." Si en esta parte no haces ningun movimiento de tu cuerpo al son de la música, preferiblemente con la cabeza, deberías consultar a algún especialista.
Coming Paradise es más sofisticada y lenta, mejora considerablemente con el paso del minutaje. En
Better Life, posiblemente nos encontremos ante una de las canciones con las que siempre te querrías despertar. Imagina un cálido rayo de sol sobre tu cara. Puedes ver su inmensidad, te sientes la persona más feliz del mundo, invencible, incuestionable. Así te hace sentir el corte número tres. Pura magia. Los consabidos medios tiempos de
Like I Do e
It Was You Who Closed The Story derrochan preciosidad y buenas maneras. De nuevo los arreglos son los destacados. El hammond de
All Is Good Around Me y las guitarras de
Happy Song merecen otro voto a favor del disco, y para cerrar el mismo,
Stupid Boy (maravilloso estribillo) y las calmadas
Don´t Know How y
When I Can´t Sleep, ésta última practicamente acústica.
Resumiendo; tenemos grandes canciones, producto nacional, disco por menos de seis euros, más de media hora para despejar la mente y dejarnos llevar por los paisajes musicales de
The Sunday Drivers. Todo ello te deja una sensación muy agradable y querrás repetir. Prohibído perdérselo.